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LA POSIBLE Y NECESARIA CONEXIÓN DE LA SOSTENIBILIDAD Y EL SECTOR DEL LUJO EN LA MODA

En principio Sostenibilidad y Lujo podrían parecer conceptos antagónicos, no obstante un detenido análisis de los mismos nos puede conducir a la formulación que vamos a sostener en esta ponencia de acuerdo con la cual no sólo es posible su interrelación sino que se considera necesaria para el avance de la humanidad.
Con carácter general, partiremos de una análisis del proceso productivo de la Moda de carácter lineal, propio del Fast Fashion, que genera profundos efectos devastadores para el medioambiente a través de la generación de gran cantidad de residuos que contaminan el medio, por tierra, mar y aire, y  termina impactando de forma negativa y directa en la salud humana. 
Igualmente pondremos de manifiesto los datos de la Organización Internacional del Trabajo en los que se alerta acerca de las condiciones infrahumanas en las que trabajan mujeres y niños, con jornadas extenuantes, salarios de miseria, y falta de control de las condiciones de salubridad y seguridad con parámetros inconcebibles en países occidentales, y que tuvo un punto de inflexión en la conciencia colectiva mundial con el colapso de un edifico de la  Plaza Ranna en Bangladesh el 24 de abril de 2.013, en el que se encontraban tres fábricas y un banco, y en el que al menos 1.127 personas murieron y otras 2.437 resultaron heridas, en su mayoría mujeres y niños,  y que ha sido conmemorado en este año 2.014 a través de la iniciativa internacional “Fashion Revolution”.
Frente a este modelo, surge con fuerza el Slow Fashion que apuesta por la Moda Sostenible, respetuosa con el medioambiente, o incluso que en ocasiones puede ir más allá, regenerándolo, de acuerdo con lo expuesto por  Kate Fletcher en su obra Gestionar la Sostebilidad en la Moda    . 
Igualmente, lleva a cabo iniciativas para mejorar las condiciones laborales y evitar la derivación del coste de producción de los productos.
       A continuación, nos centraremos en el sector del lujo para poner de manifiesto, que frente al fenómeno de la “democratización de la moda”, que es el eufemismo tras el que se esconde el fenómeno del Fast fashion analizado anteriormente, las primera grandes firmas como Gucci que está comercilizando una línea de bolsos confeccionados con piel fabricada a partir de soja, o Tiffanys que dejó de comercializar coral para evitar la destrucción de los fondos marinos han dado los primeros pasos. Existen ferias específicas para la moda ecológica de alta gama como el espacio So Ethic en la Semana de la Moda de París, o el Greenshowroom de Berlín. Nacen nuevas marcas como Edun, promovida por Bono el cantante del grupo U2, que ha sido objeto de inversión por el importantísimo grupo LVMH, que propone un concepto de moda socialmente sostenible producida en África con apoyo en comunidades locales. La amplía mayoría de las marcas clásicas del sector del lujo destinan una parte de sus beneficios a causas sociales y medioambientales ( Fundación Zegna) porque sus clientes lo exigen.
Si analizamos el mercado del lujo, encontraremos dentro del mismo un importantísimo sector de jóvenes profesionales asiáticos en los que la conciencia ambiental y social se determina como un valor en alza, que no quieren “que los ríos de Asia sean del color de moda de cada temporada” ni que “su ropa esté manchada con sangre”. Y es que hoy más que nunca el énfasis de “la calidad” de la materia prima componente esencial del sector del lujo encontramos connotaciones de sostenibilidad social y mediaoambiental, de forma que tal y como ha puesto de manifiesto María Eugenia Girón en su obra Secretos del Lujo “la crisis económica está produciendo un cambio en los valores de los consumidores que está transformando la excelencia social y mediambiental de algo opcional a una dimensión esencial de los productos de las marcas de lujo” 
En cuanto a los procesos productivos, gana terreno la incorporación del trabajo artesano y el apoyo a colectivos desfavorecidos y comunidades locales. Y en cuanto a los diseñadores, que son auténticos motores de cambio, así como celebridades que difunden este aspecto alentados por la prensa escrita que amplifica este interés y opera como correa de transmisión entre la industria del lujo y sus consumidores. En esta línea destacamos algunos ejemplos como el de Stella McCartney, Amber Valleta, Steven Spielberg, Leonardo di Carpio, Angelina Jolie, incluso el Prícipe Carlos y la actriz Liz Hurley colaboran en The Duchy Originals, empresa de alimentos orgánicos propiedad del primero.
       Concluyendo: la Sostebilidad no es una tendencia de temporada, ha venido para quedarse en la Moda, y en el sector de Lujo su ascenso es imparable

a en este aspecto encontramos una indiosincrasia específica de la Moda que lleva a que los patrones clásicos no encajen, sin una imprescindible adaptación. Así, por ejemplo en cuanto a la protección del diseño y la marca, y continuamos dentro de ese núcleo duro desde donde explicaremos las ramificaciones del Derecho en esta materia, la cuestión del uso inocuo, a nadie en su sano juicio se le ocurre que copiar y tener para sí por ejemplo un acelerador de partículas o una sofisticada maquinaria sin incurrir en delito, sin embargo cualquiera con un poco de maña puede copiarse un modelo de Prada y pasearse alegremente por la Gran Vía Madrileña sin miedo a ser detenida por la policía.
         Pero es que vamos más allá, el mundo de la Moda es un motor económico importantísimo que ha de ser tomado en consideración desde el punto de vista del Derecho para dar respuestas adecuadas a la relaciones que se dan en su seno. Así continuamos con otro ejemplo en el que encontramos en Derecho laboral como normativa que regulan las relaciones entre empresa y trabajador, ¿puede ser considerado John Galiano un simple trabajador de la casa Dior? Depende de si le preguntamos a la abogada de John Galiano a los abogados de Dior, la primera dirá que sí y los segundos dirán que no. Lo que está claro es que no es una relación laboral clásica ( coche, chofer, linea propia de productos, presupuesto especial para apariciones públicas y vestuario), en este caso se ha aplicado el derecho laboral francés tras su despido motivado por declaraciones antisemitas realizadas bajo los efectos del alcohol, en cuanto comportamiento inadecuado que perjudica gravemente la imagen de marca. Galiano ha ganado el primer asalto.
         Y continuando con la extensión centrípeta del Derecho en la Moda, encontramos un peso específico de otras ramas del Derecho como el derecho Internacional privado, al tratarse de una actividad transfronteriza por naturaleza, o el derecho fiscal que puede llevar a alguna marca cuyo signo de distinción no sea la vinculación con una determinada nacionalidad, a tributar en un estado u otro. Sintetizando, la Moda es un microcosmos con personalidad propia y necesita un Derecho específico que articule un conjunto de normas para poder dar una respuesta satisfactoria a los conflictos de intereses que en su seno se desarrollan.

Silvia

1 comentario:

  1. hola Silvia me encanto tu articulo, soy estudiante de Derecho en Cuba, curso el tercer anno y soy una fan indiscutible del mundo de la moda, y considero que este mundo se merece una rama independiente del Derecho, me alegra mucho despues de haber buscado bastante, el encontrar personas interesadas porque esta labor se haga realidad, incluso encontre un master que realizara la Universidad de Sevilla en coordinacion con grandes empresas de la industria de la moda, esto me emociona muchisimo, algun dia espero formar parte de ese maravilloso mundo que me atrapa desde chiquilla, y espero que ese master continue y se desarrolle muchisimo mas y me espere, que algun dia lo pasare y con la idea de colocar nuestra cultura e identidad en el puesto que se merece en el ambito de la moda, cultura que desafortunadamente hemos perdido, muchisimas gracias.
    atentamente Ivis Maria Rodriguez Mendez

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